Es fácil de digerir, tiene efectos generales
positivos para el estómago y el intestino, protege
contra los tumores y previene la formación de
cálculos biliares.
La alta proporción de ácidos grasos insaturados, que con el 75%
no sólo sobrepasa la de las grasas animales sino también a la mayoría
de los aceites vegetales, reduce el riesgo de enfermedades del corazón
y del sistema circulatorio, haciendo más elásticos los vasos sanguíneos.
Gracias al alto contenido en antioxidantes, el aceite
de oliva soporta las altas temperaturas sin desdoblarse
en sustancias perjudiciales para la salud, como
sucede con las grasas animales y otras de origen vegetal. Es probable que actúen
también en el organismo humano previniendo el cáncer.
El aceite de oliva es sensible a la luz, el calor. El contacto con el aire
y la humedad. Bien cerrado, preferentemente en una botella de vidrio de color
oscuro,
debe estar en lugar oscuro.
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